Es una disciplina terapéutica basada en la anatomía y la fisiología del cuerpo humano y en el conocimiento de cómo intervienen los tejidos en la aparición de una patología
Está reconocida como competencia de la Fisioterapia en España y, por tanto, es ejercida por profesiones sanitarios (tal y como se recoge en la Orden CIN/2135/2008)
Se basa en un enfoque global de la persona para localizar la causa de la lesión y el tratamiento consiste en técnicas manuales que se aplican para restaurar las disfunciones de movilidad de los tejidos del cuerpo humano (articulaciones, músculos, fascias, vísceras…) y así activar los mecanismos de autocuración del cuerpo.
Consta de tres esferas:
• Estructural: consiste en diferentes técnicas destinadas a devolver la movilidad a nivel muscular y articular.
• Craneal: consiste en técnicas que se aplican para mejorar las tensiones del cráneo que pueden estar produciendo síntomas locales (cefaleas, sinusitis, vértigos, problemas de maloclusión, bruxismo…) o a distancia (trastornos digestivos, desequilibrios posturales…).
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Visceral:
consiste en técnicas que se aplican sobre los tejidos que envuelven a las vísceras con el objetivo de mejorar su función, que puede verse alterada tras una inflamación (como alergia alimentaria, infección) o una intervención quirúrgica y puede desencadenar dolor referido al sistema musculoesquelético.